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No quise decirles. Ni que se llamaba Mona Bergeron. Yo misma sé muy poco de ella. Aunque me parece que venía del mar. Mira Paulo, toda tuya por dos francos. Ya. Pero con una chica de carne y hueso en cueros, se desinfla. El otro día en la playa me habría lanzado. El agua debe estar helada. Hay que estar loco. Quizás sea una apuesta. Yo no lo haría. Por un millón, sí. No está mal, ¿eh? ¿Vamos? No. Tengo trabajo. Déjame conducir. Otro día. No es época para acampar. Ya no queda nadie. Quedo yo. Qué feos son esos edificios. En verano hay más vida. Hay mucha gente. Llegamos a ser . En invierno sólo quedamos . Eso supone camas vacías. ¿Buscas una cama? Hay un catre aquí atrás. Cambia el disco. ¿Vale? ¿Tienes radio? No. Todo confort, pero sin radio. Vaya una ruina. Ni siquiera hay radio. Bueno, yo paro aquí, así que bájate. Tú no transportas gratis, ¿eh? Adiós. Autostopistas, vale. Pero las protestonas y pedorras, a paseo. Aunque era bonita. A lo mejor es la que casi me cargo en los bungalós. Estábamos demoliendo y ella no oía nada. Dormía como un angelito. Sí, ahí está la fuente. ¿Eso ahí? No hay agua. Hay que bombear. ¿Alguna avería? No, estoy acampando. ¿Con este tiempo? Sí, me gusta. ¿Tiene cerillas? Pues claro, ahora se las doy, señorita. Quisiera irme de aquí. La chica que vino por agua, es libre, va donde quiere. No comerá todos los días lo que le sirve su madre. A veces sería mejor no comer. Yo quisiera ser libre. Quisiera ser libre. ¿Hay alguien ahí? Sí. Estoy durmiendo. ¿Sabe dónde está? No. Llegué por la noche. Es un cementerio. No se puede quedar. ¿Tiene algún trabajillo como limpiar tumbas? Un café, por favor. ¿Me miras a mí? ¿O al bocadillo? Más bien al bocadillo. Qué pena. ¿Quieres uno? Laurent, un bocadillo. Cuando la vi llegar, llevaba una gran mochila. Buscaba trabajo. Le di francos por lavar un coche aquí detrás. Lo que se lavó fue las manos. Después la habría puesto a servir gasolina, pero desconfié. Todas son iguales. Son ligonas y perezosas. Casi me regaña por tener las manos sucias. No, no me dijo eso. Me dijo: ”Tienes la mente sucia”. ¡Qué cara! ¡Venga! ¿Me pueden llevar?
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