Estudio J Escucha en vivo

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-Unos pasos más no me matarán. Y no me quejé nada mientras me examinaba las pupilas. ¡Enséñenos los dientes! ¡Más, hombre, más.! Así es como lo haría un sabueso danés. ¡Siéntese! Cruce las piernas. ¡Así no! Las rodillas. Díganos rápidamente, ¿podría medir el diámetro de la Tierra? -¿Es el radio más pesado que el plomo? -Nunca lo he pesado, señor. Escuche, ¿sabes cantar? ¿Podrías cantarnos una canción? Por supuesto, caballeros, no tengo ni voz ni oído, pero si es que quieren divertirse intentaré complacerlos. Oh, el monje en el sillón de allá, en su mano inclina la cabeza. Ya no me sé más, pero también conozco otras canciones populares como “Dios salve a nuestro emperador” y “Cuando entramos en la guerra”. -y luego algunos himnos como. -Creo que es suficiente. -Una pregunta más, profesor. -Por supuesto. -Querido colega, pero creo. -¡No, no! Insisto en esta pregunta. -Dígame, ¿cuánto es . por .? -. Escribamos nuestros informes. Las autoridades médicas abajo firmantes, están de acuerdo sobre el cretinismo total del Sr. Švejk, que se expresa en términos como “Viva el Emperador Francisco José I”, una observación que basta por completo para demostrar que la mente de Švejk es la de un imbécil manifiesto. Las autoridades médicas abajo firmantes proponen el traslado de Joseph Svejk. a las autoridades responsables. ¡A MI NACIÓN! MOVILIZACIÓN Esa es la proclamación del Emperador de la declaración de guerra. Lo vi venir, pero en el manicomio no saben nada al respecto, aunque deberían ser los primeros al tanto. ¿Qué quiere decir con eso? Tienen un montón de oficiales del ejército encerrados allí. ¡Viva el emperador Francisco José! ¡Ganaremos esta guerra! ¡Ya está bien! ¡No quiero problemas! ¡Dispérsense en silencio! Señores, lo veo muy claro. ¡Estamos destinados a ganar esta guerra! Siento mucho que haya caído en nuestras manos de nuevo. Te dijimos que pasaras página, pero parece que nos hemos equivocado. Dígame, Sr. Svejk, ¿quién le induce a hacer semejantes tonterías? Disculpe, señor, no sé de ninguna tontería. Bueno, ¿no es una tontería hacer que se reúna una multitud