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e incitarlos con exclamaciones como: “¡Viva el emperador Francisco José! ¡ganaremos esta guerra!”? Me irritó bastante verlos a todos leyendo la proclamación real y sin mostrar ningún placer por ello, ni “vivas” ni “tres hurras”. Y así yo, un viejo soldado, tuve que gritar estas palabras. Creo que si hubiera estado en mi lugar, habría hecho lo mismo. Hay una guerra y hay que ganarla, ¡nadie me convencerá de lo contrario! Aprecio mucho su celo, pero estaba bajo escolta policial, de modo que debió parecerles ironía más que seriedad. Cuando un hombre está siendo llevado por un agente de policía, está pasando un momento difícil. Pero si en una hora así, uno olvida hacer lo que debe, me parece que no es una persona tan mala. ¡Al diablo, Švejk! Pero si alguna vez le volvemos a ver, irá directamente a un Tribunal militar. ¿Está claro? Dios se lo pague mil veces. Si en alguna ocasión necesita un perrito, llámame. -Soy criador de perros. -¡Fuera! De todas formas, no lo creo. ¿Cómo puede un patán como él estar interesado en que Austria gane la guerra? Bueno, en cualquier caso, ¡no lo pierda de vista! ¿Sabe qué? Intentaremos cogerle desprevenido. Bueno, como creas. Pues sí. -Que tengan un buen día. -Buenos días. Bueno, aquí estoy otra vez. Pero, ¿dónde está el Sr. Palivec? Le dieron. diez años. Hace una semana. Bueno, entonces él ahora ya ha pasado siete días. ¡Era tan prudente! La prudencia es la madre de la ciencia. ¡Bueno, deme un ron grande! -¿Y las salchichas, Sra. Palivec? -Las traeré enseguida. Buenos días. ¡Vaya! Este Tschimpera de Straškov nº , vende una granja con acres de campos, situada cerca de la escuela y del ferrocarril. Me extraña que le interese esta hacienda, Sr. Švejk. Oh, eres usted, ¿verdad? No le reconocí. Hoy he venido por usted. Bueno, entonces vamos. Permanezcan sentados, por favor. Todo lo que quiero es un perro. Puedo proporcionárselo. Oh, Dios me ayude, ¡ay de mí! ¿Qué le he hecho yo a nadie? No llores, mujer, en tres meses habremos ganado la guerra, habrá una amnistía y tu marido volverá a casa. ¿Y eso me ayudará? Aquí tengo salchichas calientes y sin clientes.