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No soy Jesucristo, Soy realmente inocente. Por favor, sería tan amable de mirarles a la cara y decirles que soy inocente. Silencio, por favor, ¡Estoy preparando una confesión! ¡Soy inocente! ¿Y por qué está usted aquí? Dejadme en paz, inútiles, podrías meterme en un buen lío. Este caballero está aquí por tentativa de asesinato. ¡Ahora también estoy aquí! Estoy seguro de que el señor mantendrá su palabra. Es bueno saber que se puede confiar en la gente. ¡Me importa un bledo! Señores, creo que lo tenemos muy mal. Realmente estamos en la cárcel. Antes era mucho peor. Antiguamente, el acusado tenía caminar sobre hierro candente. -¡No me digas! -¡Y beber plomo derretido! Hoy en día estar detenido es una broma. Tenemos literas, una mesa, un retrete. Sin duda las condiciones han mejorado en nuestro beneficio. Joseph Švejk. ¡Suba a ser interrogado! -Discúlpeme. -A su servicio. ¡Basta ya! ¿Por qué escupe tanto, hombre? Bueno, de hecho, no tengo ganas, pero intento hacer como me indican las normas. Ese aviso dice algo del “Flagon”. ¡Buenos días, caballeros! Espero que estén bien. ¡Quita esa expresión idiota de tu maldita cara! No puedo evitarlo. Incluso me dieron de baja del ejército a causa de mi debilidad mental, Soy oficialmente un idiota. Lo que se le im demuestra que está usted en sus cabales. Insultos a su Alteza Real, aprobación del asesinato del Archiduque, reírse el luto estatal, incitar a la rebelión. ¿Por qué metes las narices en mis papeles? Sólo quería asegurarme que no ha omitido nada. ¿Qué tiene que decir en su defensa? Hay un montón. Demasiadas cosas insanas. -¿Así que admite que es verdad? -Cada pizca. Tiene que ser estricto. ¿Con quién se trata? Con mi criada, su señoría. Y ¿no tiene amigos en los círs políticos de aquí? Claro, compro el diario de la tarde regularmente, por los anuncios, ya sabe, por si alguien busca un perro perdido. ¡Cierre el pico! ¿Lo confiesa todo? Si su señoría desea que confiese, lo confieso, señor. Pero si me lo dice, “Švejk, ¡no confiese nada!” entonces me retractaré hasta el fin de mis días. ¡Firme aquí! Un segundo, olvidé poner el punto.